¡Buenos días!
Tal y como hemos ido describiendo en los capítulos anteriores, hemos realizado la fecundación de los óvulos obtenidos en una punción, por cualquiera de las dos técnicas explicadas anteriormente (Fecundación in vitro -FIV- convencional o ICSI).
¿Cuál es el siguiente paso?
Debemos dejar que transcurran entre 16-22h y entonces debemos VALORAR LA FECUNDACIÓN.
En el caso de los óvulos fecundados mediante ICSI, ya los habíamos “desnudado” previamente de las células que los rodeaban (capítulo 4) y, por lo tanto, sólo debemos visualizarlos al microscopio.
Pero en el caso de los óvulos fecundados mediante FIV convencional, este paso aún no lo habíamos realizado por lo que, en primer lugar, debemos eliminar las células que rodean el óvulo para ser capaces de verlo bien al microscopio.
Una vez que tenemos los óvulos listos, los colocamos al microscopio y los examinamos.
¿Qué esperamos ver? Hay dos señales que nos indican que el óvulo ha sido fecundado con éxito.
La primera es que presente dos corpúsculos polares. Vamos a explicarlo poco a poco. El óvulo antes de ser fecundado, además de la parte circular principal (la imagen que todos tenemos en mente), tiene también un pequeño “apartado”, una especie de “granito” fuera de esa circunferencia principal. En ese apartado el óvulo durante su formación ha sacado fuera la mitad de su material genético. Con la unión de las dos células sexuales (óvulo y espermatozoide) se completará posteriormente el número de cromosomas necesarios para crear el genoma del embrión. Cuando la fecundación ha sido exitosa, veremos que el óvulo presenta ahora, en lugar de un corpúsculo, dos.
La segunda señal que nos indica que el óvulo ha sido fecundado es la presencia de dos pronúcleos, el masculino y el femenino, ya que la reunión de los cromosomas (el material genético) de ambas células no se da de forma inmediata.
Tenéis dos ejemplos de dos óvulos fecundados reales en la imagen de portada de este capítulo, para que podáis apreciar los detalles.
Si algún óvulo presenta otras variaciones, por ejemplo, tres pronúcleos, podremos deducir que lo que ha ocurrido es una fecundación, pero de forma anómala y, por lo tanto, lo descartaremos.
Una vez que hemos separado los óvulos que han sido fecundados de los que no, mantendremos los primeros en cultivo en el laboratorio a la espera de ver cómo continúan su desarrollo.
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Feliz día,
María Pombar Gómez
Embrióloga
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